jueves, 26 de enero de 2012

Una larga parada de boxes. Capitulo 6


CAPITULO 6
Una larga parada de boxes.


El equipo de porristas era mi refugio seguro, el único lugar donde sabía que tenía amigas en quienes podía confiar hasta que llegara el fin del mundo. O al menos podía confiar en que me atraparían cuando volaba por el aire, lo cual era más probable que la llegada del fin del mundo, en cualquier caso. No obstante, en la escuela no tenía una red de seguridad como ésa, y la situación empeoraba. Aún no sabía que el Club Anti-Miley había conseguido una llave del baño escolar con el conserje; pero cierto día, me dirigía a clase de ciencias y ellas me jalaron al interior y lo cerraron con llave. Estaba atrapada. Golpeé la puerta hasta que me dolieron los puños. Nadie acudió. Intenté abrir la ventana pero estaba atorada. De pronto me di cuenta de que todo el mundo ya estaba en clase. Nadie vendría al baño durante al menos cuarenta minutos. Me senté en el pisó y esperé. Pasé allí lo que me pareció una hora, en espera de que alguien me rescatará, mientras me preguntaba cómo era que mi vida se había complicado tanto.
Contemplé la hilera de compartimientos, la fila de espejos, las rígidas ventanas y pensé en mis dos peces que nadaban en círculos en su pecera. ¿Cómo había llegado ahí? ¿Era algo que había pedido? ¿Lo merecía? ¿Algún día terminaría? Sabía las capitales de los cincuenta estados de Estados Unidos, podía dar un salto mortal hacia atrás en la acera, pero no tenía idea de por qué sucedía eso. No tenía amigos, estaba sola, me sentía miserable. La única ventaja era que, si tenía que ir al baño, ¡al menos estaba en el lugar correcto.




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Holaaaaaaaaa se que estaba un poco desaparecida pero he estado muy ocupada con mis clases:/ en unos minutos les subo otro cap porque se que lo necesitan... y se acerca el cap mas esperado.. "El Príncipe Encantador" <3

miércoles, 18 de enero de 2012

El Primer Sueño. Capitulo 5



CAPITULO 5
El Primer Sueño.



Por suerte, yo tenía todo un mundo distinto fuera de la escuela. El asunto de la actuación sólo era una pequeña parte de mi vida de entonces. Había comenzado a participar en los equipos de porristas para competencias cuando tenía seis años de edad y durante mucho tiempo, eso lo fue todo para mí. Mi mamá me metió en ello. Vivíamos en una granja grande, lo cual era increíble, pero no teníamos vecinos cercanos; no había niños con quienes pudiéramos jugar, excepto nosotros mismos, lo cual no estaba mal, según mi opinión. Adoraba a los animales y me encantaba divertirme con mi genial hermano mayor, Trace (yo lo llamo Trazz); mi fabulosa hermana mayor, Brandi; mi hermano menor Braison (yo lo llamo Brazz); y mi hermanita, Noah, cuando llegó. Sin embargo, mi mamá quería que yo tuviera otros amigos además de los caballos, las gallinas y mis hermanos. No en ese orden. (De acuerdo, tal vez en ese orden.) Dado que a mamá le había encantado ser porrista cuando era niña, quiso que yo lo intentara. El primer día que se suponía que debía asistir al entrenamiento, yo no estaba contenta. Supliqué '¡Por favor no me obligues a ir!' ¿Qué tiene de malo que mis únicos amigos sean los caballos, las gallinas y mis hermanos? Ellos no me decepcionarán, ellos no se burlaran de mí. Claro, apestan un poco (Lo siento, Brazz), pero está bien. No soy tan superficial. Quizá no sea evidente en mi vida actual pero el hecho de estar cerca de gente desconocida me causa ansiedad. La simple idea de entrar a una sala llena de extraños me provoca insomnio. De cualquier manera, sabía que mi papá estaba de mi parte con todo ese rollo de no asistir al entrenamiento de porristas. Él viajaba tanto que sólo deseaba que sus hijos estuviéramos cerca de él cuando estaba en casa. No obstante, mi mamá se aferró a su idea y fui. Como cabe esperar, dado que las mamás tienen razón en demasiadas ocasiones, me encantó al instante.* (No le digan a mi mamá que dije esto)

El equipo de porristas demandaba mucho de mi tiempo. Yo asistía al gimnasio todos los días. Entrenábamos, nos caíamos, practicábamos rutinas de dos minutos y medio una y otra vez. Me hice la mejor amiga de Lesley y de las demás chicas del equipo, y mi mamá se hizo amiga de sus mamás. Viajábamos juntas a competencias, nos hospedábamos en moteles, nadábamos, bromeábamos, nos arreglábamos el cabello y nos maquillábamos con nuestras mamás y participamos en intensas e increíblemente difíciles competencias. Yo estaba muy comprometida con ello. A veces estaba demasiado comprometida. En cierta ocasión me puse muy enferma justo antes de una competencia en Gatlinburg, Tennessee. No podía dejar de vomitar. Ya saben, una de esas enfermedades del estómago que, incluso si bebes un trago de agua, lo vomitas. Si, fue terrible. Pero, ¿cuánto tiempo podía durar? Estaba segura de que me recuperaría justo a tiempo para la competencia; entonces convencí a mi mamá de que me llevara y pasé las cuatro horas y media de trayecto acostada en el asiento trasero del auto, con un bote de basura junto a mí. Dormía, vomitaba y dormía un poco más. Llegamos al hotel en Gatlinburg y no me sentía mejor, pero aún quería competir. Mi entrenadora dijo que no había manera de que lo lograra. Intentó impedírmelo pero insistí. Yo sabía que podía hacerlo si me empeñaba en ello. Treinta minutos antes de nuestra presentación me obligué a salir de la cama, me bañe y nos dirigimos a la contienda. Yo entré al escenario, realicé la rutina, salí y vomité en un basurero. Sin embargo, lo hice y eso era todo lo que importaba.
Cuando nos subíamos al auto después de cada competencia, incluso si habíamos perdido, mi mamá decía: '¡Aquí está tu trofeo!', y me entregaba un reluciente trofeo con mi nombre grabado en él. A medida que crecía, mi habitación se llenaba de trofeos. Todos de mi mamá, la más grande y mejoradmiradora que una niña puede tener, Tal vez no merecía cada uno de aquellos trofeos pero sabía que merecía el trofeo de Gatlinburg .

domingo, 15 de enero de 2012

Operación HMM. Capitulo 4




CAPITULO 4
Operación HMM


¿Existe alguna guía para torturar chicas de once años de edad? Si no es así, esas chicas con quienes comencé a juntarme, ya las recuerdan, mis 'amigas', podrían escribir una.* (Pero, ¿Qué he dicho? Ésa es una idea terrible). En el invierno de aquel año, cada día trajo una nueva y creativa táctica en la Operación Haz Miserable a Miley. Ellas me enviaban recados crueles. Se robaban mis libros y me hacían llegar tarde a las clases. Se burlaban de mi ropa y de mi cabello. Ellas le dijeron a Rachel, la amiga que se había unido a ellas al mismo tiempo que yo, que, si se sentaba conmigo durante el almuerzo, también se volverían en su contra. Por tanto, yo me sentaba sola en una mesa día tras día y contemplaba a los chicos góticos mientras me preguntaba cómo luciría con el cabello negro y con cadenas. Desde entonces decidí que no luciría bien. La lista continúa: Rachel dejó de hablarme. Cuando intenté hacer la prueba para ingresar en el equipo de porristas, mis supuestas amigas le dijeron al director que yo había hecho trampa y que me había aprendido de antemano el baile de prueba. Era una mentira total pero el director les creyó y no me permitió presentar la prueba para entrar al equipo. Oh, y nunca olvidaré que una de ellas fue amable conmigo durante algunos días. Ella me dijo que quería que la 'batalla' terminara. Me hizo decirle con exactitud lo que pensaba acerca de 'nuestras amigas', que yo no comprendía por qué no me querían, que creía que ellas eran crueles, y entonces fue con las otras chicas y les dijo que yo era una presumida. Había fingido todo el tiempo. En retrospectiva, pienso que tal vez debió haber sido ella quien se convirtiera en actriz. Si todo esto les parece una historia común como Tales of a Sixth-grade Nothing* de Judy Blume (El título real es Tales of a Fourth-Grade Nothing, un libro escrito para niños que habla de un incorregible chico de cuarto grado), bueno, lo era. Yo no ignoraba los asuntos como el hambre en el mundo o las pandemias. Sabía que mis problemas eran relativamente insignificantes. Pero eran míos y me parecían más pesados que si cargara a todo el planeta sobre mis hombros. Por tanto, si quieres saber si me gustaba la escuela en aquel tiempo, mi respuesta es definitiva: no.




jueves, 12 de enero de 2012

Por Otra Parte.. Capitulo 3


KILOMETRO 3

Por Otra Parte..

¿Saben cómo se siente un caluroso día de verano el súbito alivio de echarse un clavado en una alberca fría? Bueno, eso fue lo que sentí cuando regresé a casa de la escuela, después de un día particularmente difícil, para enterarme de que Disney había llamado. Margot, una agente de talentos que se había interesado en mí, nos informó que Disney le había solicitado videos de todas las chicas que representaba y cuyas edades fueran de entre once y diecisiete años. Ellos querían un video mío leyendo el papel de Lilly, la mejor amiga de una chica llamada Chloe Stewart, para un programa nuevo de televisión titulado Hannah Montana. Desde la primera vez que mis padres y yo leímos el guión supimos que Chloe Stewart era mi sueño hecho realidad. El alter ego de Chloe, Hannah Montana, era una estrella de rock. La actriz que representara ambos papeles interpretaría las canciones de Hannah Montana. Cantar y actuar. Ambos eran mis sueños y si conseguía el papel, no tendría que renunciar a ninguno de los dos. Después de que mi papá leyó el guión, comenzó a repetir: 'Esto está hecho para Miley. Miley está hecha para esto'.

Pero, diablos yo me hubiera sentido feliz con representar a Lilly. Hubiera sido afortunada con ser la planta parlante de Chloe Stewart, para el caso. Entonces grabamos el video, lo enviamos y casi de inmediato recibimos una llamada de Disney en la cual me pedían grabar otro video de audición, y esta vez querían que leyera el papel de Hannah. Yo estaba emocionadísima. Hablando en serio, creo que mis gritos asustaron a los caballos allá afuera, en el campo. En mi cabeza ya había abandonado todo para mudarme a Los Ángeles. Claro, se suponía que Hannah tenía quince años de edad y yo tenía doce. Casi doce. De acuerdo, tenía once años. Ése era un problema. Sin embargo, de cualquier forma ellos ya sabían mi edad cuando me pidieron el video, así que no debía importar mucho. Excepto que si importo. Enviamos el segundo video y al día siguiente recibimos un mensaje por correo electrónico que decía que era demasiado joven y pequeña para ser Hannah.

Me sentí decepcionada. No. ¿Qué es diez veces decepcionada? Ésa era yo. Mi papá dijo: 'Disney acaba de cometer un grave error. Mi intuición me dice que tú eres Hannah Montana'.

Todo lo que yo pensaba era: 'Hasta aquí llegó la intuición de Papá'. Ahora volvamos a nuestro programa de tortura cotidiana: sexto grado



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Chicass acá otro cap, disfrutenlo...
Quería aprovechar para recomendarles una nove   alli esta el link, la lei me gusto, también pueden seguir a su escritora por @ ah y queria agradecer a las chicas que comentaron en el otro cap.! se les quiere...


lunes, 9 de enero de 2012

No todo es un camino de rosas. Capitulo 2


KILOMETRO DOS
No todo es un camino de rosas.

En lugar de ello, quiero comenzar por sexto grado. Fue el último año en el cual sería conocida solo por Miley Cyrus. Fue un parteaguas, lo que ahora pienso como mi vida antes y mi vida después. Decir que sexto grado no fue un buen año sería el eufemismo de la década. Cuando me enteré de que la temporada de Pilotos, es decir, cuando se realizan todas las audiciones para programas de televisión en Los Ángeles se encimaba con el inicio de las clases ese Septiembre, sollocé durante una hora sentada en el piso de mi habitación. Eso significaba que, si yo deseaba al menos una oportunidad de aparecer en televisión, tendría que iniciar la escuela en Nashville un par de semanas después. En aquél tiempo la idea de faltar a la escuela me parecía horrible. Apenas habíamos regresado de vivir un año en Canadá, cerca de Toronto, donde mi papá protagonizaba la serie Doc. El y mi mamá habían viajado de ida y vuelta durante varios años; sin embargo en el verano previo a mi quinto grado todos los extrañábamos tanto que mi mamá decidió que nos mudaríamos allá.



Ella me instruyó durante ese año; por tanto, ahora yo regresaba a mi antigua escuela después de un año de ausencia. No sólo eso, sabía a la perfección que las primeras semanas de escuela son cuando todo ocupa su lugar; conoces a tus maestros, encuentras a tus amigos, descubres si la ropa que compraste para la escuela es aceptable o inaceptable por completo. La gente genial se encuentra entre sí. La gente inteligente se encuentra entre sí. Yo, y todas las demás personas artistas que están en medio, nos damos cuenta de es mejor que unamos fuerzas y obtengamos el mayor provecho posible. Si te pierdes toda esta diversión, te arriesgas a convertirte en un marginado, un perdedor. Si ya cursaron la escuela secundaria, saben a qué me refiero. Si aún no lo hacen, bueno... aguanten un poco. Puede mejorar, lo prometo. De cualquier manera, como podrán imaginar, faltar a la escuela estaba lejos de ser el ideal. Pero si deseaba ser artista y de verdad lo deseaba, entonces no había otra opción; tenía que ir a Los Ángeles. En realidad no esperaba regresar a la escuela y ser una de las chicas populares. La granja en Tennessee, donde vivíamos cuando no estábamos en Toronto estaba un poco aislada y por ello no habían niños con quienes yo practicara mis habilidades para hacer amistades, crecí jugando con mis hermanos, aunque también me sentía igual de cómoda cuando convivía con mis padres y amigos.


No me resultó la utilidad el hecho de tener siempre demasiada energía. No había manera de que me quedara quieta, sentada en mi lugar, y me concentrara durante horas sinfín. La gente no sabía con exactitud cómo tratarme, no es que yo intentara ser irrespetuosa, es sólo que no podía quedarme quieta. En mí primer día de clases, cierto año mi maestra me dijo que sería castigada si decía una palabra más. Me volví hacia mi amiga y susurré: 'Una Palabra Más'. ¡BUM! Castigo. Por susurrar, ese primer día de clases tuve suerte de que mi maestra no escuchara lo que dije o quién sabe lo que me hubiera sucedido. En la escuela siempre quise ser yo misma y no me avergonzaba de ello. Tenía mucho por decir. Destaqué en actuación y música. Obtuve buenas calificaciones. Tenía grandes sueños. No era la fórmula exacta para ser 'popular'. A la mayoría de los chicos les preocupa no ser aceptados; a mí me preocupaba no sobresalir por perderme el inicio de clases que no era exactamente lo que yo tenía en mente. De cualquier manera, cuando regresé a Nashville para cursar sexto grado, dos semanas después del inicio de clases, mis viejos amigos parecían contentos de verme, y la vida parecía haber vuelto a la normalidad. Comencé a pensar que me había esquivado una bala y me había preocupado por nada. Sin embargo, poco a poco me di cuenta que ése no era el caso. Una de mis amigas más cercanas, llamémosla Rachel* y yo comenzamos a acercarnos a un grupo de chicas de nuestra clase. No eran las chicas 'populares' ni las chicas 'crueles'. En realidad no sabía cómo clasificarlas entonces y no puedo estereotiparlas ahora. Sin embargo, por alguna razón, ellas formaban el grupo en el cual yo quería ser aceptada. La primera señal de problemas fue la más pequeña e insignificante cosa que ustedes puedan imaginar. Estábamos reunidas cerca de nuestros casilleros después de la clase de matemáticas. Yo hice una broma y la líder, ella es CC por Chica Cruel giró los ojos hacia arriba, eso fue todo: un pequeño gesto que duró un segundo, sin embargo, estábamos en sexto grado. Todo significaba algo en sexto grado. ¿Cuál fue mi respuesta? Ninguna, desde luego. Quiero decir, si han cursado sexto grado, ya saben cómo es. Si yo hubiera dicho algo directo como '¿Qué significa ese gesto tan desagradable?' CC hubiera respondido algo altanero como 'No tengo idea de qué me hablas' y me hubiera humillado. Ése es un sentimiento que aborrezco más que nada. Entonces fingí que no me había dado cuenta. Lo saqué de mi mente. No obstante, las señales continuaron. Pocos días después, coloqué mi bandeja sobre la mesa durante el almuerzo y creí escuchar un gruñido. ¿Un gruñido? La siguiente semana me presenté con una chamarra nueva de mezclilla* (si, así era la moda en sexto grado). Dije: 'Me encanta mi atuendo de hoy'. Una de ellas replicó con tono de burla: '¿De verdad?', y me lanzó una mirada que me hizo encogerme como chícharo seco en el piso; de la comida de ayer. En ese momento supe que no sufría de paranoia. Yo era una marginada, ¿Por qué mis 'amigas' se volvían en contra mía? No tenía idea pero ahí lo tienen: Bienvenidos al infierno social de sexto grado.




jueves, 5 de enero de 2012

Pensar Fuera de la Pecera Capitulo 1


MILLA UNO
Pensar Fuera de la Pecera.

Durante un tiempo tuve dos peces. Estaba obsesionada con ellos sus nombres eran Lyric y Melody. A veces, cuando se suponía que debía escribir, sólo me sentaba y los observaba nadar en círculos en su pecera. Afuera, en los campos, nuestros caballos corrían en libertad pero yo contemplaba a esos dos peces mientras nadaban en su mundo de vidrio por siempre. Eran muy hermosos. Podía colocar mis dos manos alrededor de esa pecera y saber que había algo maravilloso en su interior. La vida en una pecera.

La vida en una pecera es un milagro pero también es una trampa. Lyric y Melody estaban atrapados, destinados a trazar la misma ruta a través del agua una y otra vez. Sus mundos nunca se expandían. Ellos no podrían vivir aventuras como las de Nemo, y jamás descubrirían quiénes eran. Yo me asomaba a su pequeño mundo en busca de una canción. Piensa fuera de la pecera. Eso me decía. Piensa fuera de la pecera. Yo no quería quedar atrapada como los peces; atrapada y mirar sólo el mundo que estaba frente a mí; atrapada y nadar en círculos. Pero cuando tenía once años, en sexto grado, resultaba difícil imaginar cualquier mundo que estuviera más allá del mundo en el que estaba atrapada. No siempre estuve atrapada. Y dejé de estarlo. Toda historia tiene un comienzo, un medio y un final, y está también. Pero sólo tengo dieciséis años de edad, enfrentémoslo; todo esto es 'el comienzo' de manera que comenzar con el día en que nací y contarles cada hito importante (¡Se me cayó un diente! ¡Cumplí diez años! ¡Tengo una bicicleta nueva!) hasta mis dulces dieciséis no es como quiero hacer esto.







CHICAS... Se que les dije que seria un cap por semana, pero también se que ustedes deben estar ansiosas por leer el libro:) así que subiré dos cap por semana, les gusta la idea?? Disfrútenlo...

lunes, 2 de enero de 2012

Introduccion - `Miles To Go´


De acuerdo, ésta va a parecer una manera extraña de comenzar pero pienso mucho en mis manos. Soy zurda. Mi papá también es zurdo pero está convencido de que yo soy diestra. Creo que es porque siempre dijo que los zurdos tienen que 'aprender el mundo al revés' y sé que a él se le ha dificultado encontrar una guitarra para zurdos de vez en cuando... Sin importar el motivo, desde el momento en que comencé a escribir, él me obligó a utilizar la mano derecha. Funcionó. En el resto de mi vida soy zurda pero escribo con la mano derecha. Por tanto, si no les gusta mi letra, hablen con mi papá. Sólo para atribular un poco más a mi ser zurdo, me encontré un libro de caligrafía y comencé a enseñarme a escribir caracteres chinos, con mi mano derecha; en un avión. Volaba en un jet alquilado de Los Ángeles a New York. El vuelo fue turbulento, la tinta salpicó al menos dos veces y yo me las arreglé para derramarla toda sobre mí, el papel, los asientos del avión y, cuando intenté limpiar el desorden, el baño. Mi mamá me gritó por llenarlo todo de tinta pero yo estaba muy concentrada en ello. La palabra caligrafía es el término griego para 'bella escritura'. Créanme; si los griegos hubieran visto lo que yo hacía, hubieran inventado una nueva palabra. Me obsesioné de inmediato. Dibujé los caracteres para 'amor', 'suerte', 'vida' y 'conocimiento' una y otra vez, primero despacio y con mucho cuidado, como un niño de preescolar que aprende a escribir y después más rápido y mejor. Fue bueno que el avión no estuviera equipado para escribir con vapor en el cielo; de lo contrario, es probable que hubiera intentado convencer al piloto de tratar de hacer el signo para 'diviértete', debe existir un antiguo símbolo chino para eso. ¿no? Algunas personas creen que tu manuscrita revela todos tus secretos; que los diagonales, los giros y los puntos de una lista de pendientes escrita al vuelo o una nota tomada en clase revelan todo lo que hay que saber acerca de una persona. Es una idea genial pero en realidad pienso que lo único que cualquier individuo puede decir acerca de mí a partir de mi manuscrita es que yo debería escribir con mi otra mano. Hago casi todo lo demás (cepillarme el cabello, abrir puertas, sostener un tenedor y sujetar las riendas de mis caballos) con la mano izquierda. Y ¿saben?, creo que mi papá tuvo razón: en verdad creo que el mundo se siente a veces un poco al revés, incluso cuando intento que todo marche en la dirección correcta. Tal vez porque me he sentido demasiado consciente de ellas, siempre he sido sobre protectora con mis manos. Lo sé, lo sé: es extraño. Es sólo que siento que mis manos son importantes. Mi energía proviene de ellas. Todo lo que hago proviene de ellas. Mi mano derecha es para el arte. La utilizo para tocar la guitarra y escribir. Mi mano izquierda es para querer. Para peinar el caballo de mi hermana menor, para tomar las manos de mis amigos, para acariciar a Sofie, mi cachorrita, mientras conciliamos el sueño (y, en ocasiones, para golpear a mi hermano Braison en la cabeza cuando me molesta. Lo sé, pero todo el mundo tiene sus límites!) Permito que mis manos vaguen con libertad por el piano en busca de las notas adecuadas. Mis manos guían mis pensamientos cuando escribo en mi diario, hojean mi Biblia para encontrar respuestas. El ritmo para una nueva canción surge mientras golpeteo la superficie de la mesa. Procedo con cautela en los tiempos difíciles. Quiero que todo lo que haga sea artístico y amoroso. Quien soy, lo que digo y toda esperanza y gozo que pueda compartir, todo proviene de mis manos. ¿Soy diestra? ¿Soy zurda? ¿Ninguna de las dos? ¿Soy cantante o actriz? ¿Soy una persona pública o privada? ¿Por qué no puedo ser todas las cosas? Estoy en la televisión. Escribo un libro. Sin embargo, también amo quedarme en casa con mi familia. Y me siento sola, de manera positiva, dentro de mi cabeza. ¿Soy la persona que conocen de la televisión, de las fotografías? ¿O somos todos, cada uno de nosotros, más evasivos y difíciles de definir? ¿Quién soy yo para decirlo? La mayoría de la gente me conoce como Hannah Montana, pero Hannah es un personaje de televisión. Ella es ficción. Desde luego, he puesto mucho de mí misma en el personaje. He intentado darle vida. Sin embargo, eso no la hace real y no la convierte en mí. Mi primera oportunidad para contar mi historia con mis propias palabras, pero para contar mi historia, tengo que hablar sobre Hannah. Y eso está bien porque creo que ésa es la razón por la cual la gente se relaciona tanto con Hannah Montana como con Miley Stewart, mis alter egos en la televisión. Existen múltiples facetas en todos nosotros. Quiénes somos y quiénes podríamos ser si perseguimos nuestros sueños.


Tal parece que siempre respondo preguntas acerca de mí: hago entrevistas en la televisión, en la radio y para revistas; hablo con paparazis y con desconocidos en la calle. Una y otra vez digo a la gente (y hasta ahora es verdad) que la gira es grandiosa, que el programa es muy divertido y que estoy muy orgullosa de mi disco. Sin embargo, nadie se acerca a mí para preguntarme: 'Oye, ¿Qué opinas acerca de tus manos? ¿Cómo se conectan con tu arte? ¿Qué significan para ti? En este libro puedo explicar, bromear, reflexionar y explorar lo que en verdad es importante para mí, Quiero responder las preguntas que nunca me hacen, quiero bajar la guardia, quiero hablar acerca de lo que la música significa para mí y mostrar que mi vida no es sólo luz de sol y arco iris. No es que nunca me haya sentido herida o dolida; me he sentido presionada, rechazada, triste, aburrida y sola; y he sentido gran gozo y gratitud. Quiero compartir quien soy en realidad; no la chica reluciente que aparece en fotografías retocadas en las portadas de revistas, sino la chica nacida en Nashville, la hija de en medio, quien adora a Marilyn Monroe y odia los vegetales, y que siempre ha concebido algunas ideas extrañas acerca de sus manos.

Cuando comencé a trabajar en este libro tenía quince años de edad y cumplí dieciséis cuando lo terminé. Soy demasiado joven para escribir sobre mi vida. Sin embargo, me consideran demasiado joven para muchas de las cosas que hago y disfruto, No hay nada de malo en ser joven. ¡La gente joven tiene mucha energía! Tenemos mucho por decir. Nunca he sufrido una carencia de pensamientos, ideas u opiniones. Sé que aún me encuentro cerca del inicio de mi vida. He disfrutado un viaje increíble que avanza a gran velocidad. Por tanto, quiero marcar un hito junto aquí, en esta vuelta particular del camino, antes de que comience a desvanecerse mientras continúo hacia delante. Espero que puedan divertirse y disfrutar el viaje, quédense conmigo un rato.




Chicas.. esta era la sorpresa de las que les hablaba, acá esta la introducción del libro Miles To Go subire un cap por semana:D espero que lo disfruten..!! se les quiere<3